Ni
el mismo tiempo ha doblegado al Heavy Metal.. Nuevos oficiantes
, viejos rituales. .Aquí estamos, contemplando sin creerlo la caída
de occidente y con ello el desplome del mundo.Pienso en nuestros
pasos , por pequeños e insignificantes que puedan llegar a parecer,
poseen su cometido,que deberían hacer cumplir guiandonos poco a
poco, hacia el futuro. Cada quién espera uno, ignorando
la tan suya afición a regalar macabras jugarretas. Emulando a
Hermana Muerte, Porvenir,permanece acechante, latente aguardando el
instante preciso para marchar sobre nosotros . Equivocar una
respuesta, postergar decisiones intrascendentes, doblar un
recodo cualquiera . No alcanzo a comprender, siquiera sospechar,
semejante poder ostentado por la palabra ,aún antes de escribirse,
conspira ya en las antípodas engendrando un efecto mariposa kamikaze
capaz de arrastrarnos a la nada, inmisericorde . Fuerzas adversas lo
presienten, lo intentan, lo consiguen proyectando así la ira de
nuestros enemigos, desviando con ello , el sendero
natural de todas las cosas .
Ladina
y taimada amenaza
asoma fugazmente cuando evocamos nuestra aciaga hora donde
respiraremos por última vez. Su sóla visión ,aterradora, termina
por esclavizar al hombre a una cadena impenetrable digna del
elfo mas diestro . Entrelazados entre la hurdimbre, angustiosa
levedad, hastiante desidia aunque en apariencia, se
desdibuje todo ello en la distancia consiguiendo fundirse con el azul
profundo de un cielo raso de verano.
¡Huele
a batalla! las entrañas del planeta se retuercen tras eones bebiendo
,gota a gota, la sangre derramada por sus propios hijos
traidores, bastardos, que se deboran entre sí mientras
arrasan a su madre. Tierra sin embargo insiste en brindarnos una
nueva oportunidad retrocediendo a nuestro lado , hasta edades
remotas donde la primera humanidad corría libre por derecho
propio...
Sin
embargo en nuestros días, hemos logrado el vuelo del apocalipsis que
planea juguetón sobre nuestras cabezas, escondiendo mil ecos tras de
sí , espíritus antiguos reclamando libertad. Voces, traídas
por el viento... desde el éter.
Ahora,los
juglares relatan sus cantares entre cuerdas de acero y dedos en carne
viva.Imágenes de otro tiempo serigrafiadas en forma de
portadas, donde puedo llegar a perderme estudiando cada línea,
dejándome llevar a perdidos universos de tintas multicolor.
Como si el Jigante Comepiedras avanzase hacia nosotros
a gran velocidad , un inminente
holocausto se intuye en el subconsciente colectivo .
Precognición que parece haber calado hondo en todos a un
tiempo. Por acción de un repentino efecto simpático,
descargas de energía brotan caóticas ante la cercanía
excesiva del bucle, canal umbilical que nos sitúa en paralelo con
la última vez que sucedió. En el principio...
.Estábamos allí...
La
Gran Mortandad... Miles de años después, acuden los
recuerdos con presteza para devolvernos la memoria, justo
a tiempo, cuando al fin comprendemos. Errores reiterados con
idénticos manejos perpetrados ¿cómo no? por los mismos indivíduos
. Onírico delirio teñido de rojo ,fuego y densa oscuridad.
De
tarde en tarde, se cuelan sus lamentos entregándose al
crepúsculo , serpentean melancólicos entre las copas de los
árboles, dolientes, por las almas que un día no hallaron el camino
a casa. ,Lobos , corderos, vivos , muertos demasiado
cerca los unos de los otros .Entretanto, mientras hablamos,ésta
fantasía que quizá exista, se abre paso silente, sibilina,
deslizándose gélida entre las sombras de la noche...¡Ya
viene! Por ello, convoquemos juntos al dragón ¡Que descienda
hasta mi lumbre ! trayéndome consigo el dolor por adorarte
tanto y la certeza de que un suspiro esquivo te arrebatará
lejos mi, amor Permanezcamos aquí mientras la tormenta ruge
fuera, ofreceré sin tregua plegarias al destino, él me concederá
su gracia . Un último minuto... , en tan remoto paraje,
desgarrando el amanecer entre tus brazos. Lucero del Alba ¡no
diluyas todavía este sueño delicado! nada temo aquí.
Deja a la mañana, desoladora como poco, que rompa éste hechizo en
mil pedazos, con su letal presencia , haciendo de nosotros un simple
espejismo hijo de la luna y de esta tórrida noche ,en
la que los cuervos de la guerra han llamado a mi puerta...
A
mi pura sangre, Príncipe del Metal
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Por Noega Miñán-López
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